La salud de nuestra piel depende en gran medida de cómo la cuidamos. Tanto a nivel interno, a través de nuestra alimentación, como a nivel externo, mediante la exposición al medio ambiente y a la absorción de sustancias a través de esta.

Este órgano, tan importante para nuestra vida, está en continua actividad y regeneración de sus células, para lo que necesita disponer de nutrientes que estas puedan metabolizar y un adecuado equilibrio bioquímico.

Cosmética natural: efectiva y segura

La cosmética natural formulada con conocimiento, registrada, sometida a regulación, control, verificación y certificación, se basa en la aportación de nutrientes y principios activos que ayudan a favorecer las funciones vitales y el equilibrio de las células que componen nuestra piel.

Ingredientes seleccionados

Los aceites vegetales deben ser seleccionados en base a su composición en ácidos grasos esenciales, así como las vitaminas y otros principios activos botánicos, a la hora de formular los cosméticos. Estas biomoléculas, son las que nuestra piel es capaz de reconocer y metabolizar para favorecer la renovación celular, hidratación, nutrición, protección y reparación del tejido.

Los ácidos grasos esenciales son un claro ejemplo de aportación de nutrientes, ya que estos no Forman parte por ejemplo de las membranas celulares y son necesarios para numerosos procesos biológicos. Estos solo pueden ser obtenidos a través de la alimentación, por medio de la ingestión de aceites vegetales u otros alimentos como el pescado. A nivel tópico, pueden también absorberse a través de nuestra piel mediante la aplicación directa de cosméticos que contengan dichos aceites.

El cuidado de nuestra piel, por tanto, debe ir a potenciar su salud, que a su vez se traduce en su belleza y nuestro bienestar.

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