La piel sensible o reactiva es una preocupación común que puede generar malestar y frustración. Si este es tu caso, ¡no te preocupes! En este artículo, te explicamos qué es, cómo identificarla, sus causas y factores desencadenantes, y lo más importante: cómo tratarla de manera efectiva y saludable.

¿Qué es la piel sensible o reactiva?

La piel sensible o reactiva responde de manera exagerada a estímulos que normalmente no causarían molestias en otros tipos de piel. Estos desencadenantes pueden incluir cambios de temperatura, el contacto con el agua, productos cosméticos, limpieza facial, e incluso cambios hormonales.

¿Cómo se manifiesta?

Los síntomas pueden variar entre personas, pero los más comunes incluyen:

  • Irritación.
  • Enrojecimiento.
  • Picazón.
  • Ardor.
  • Sensación de sequedad y tirantez.

Causas de la piel sensible o reactiva

La causa principal radica en la alteración de la función barrera de la piel. Esta disfunción puede provocar:

  1. Pérdida de humedad: La piel se deshidrata, intensificando su sensibilidad.
  2. Mayor permeabilidad: Permite que sustancias irritantes penetren y desencadenen reacciones adversas.

Factores que agravan la sensibilidad

  1. Cambios bruscos de temperatura: Pasar del frío al calor, o viceversa.
  2. Estrés: Tanto emocional como físico.
  3. Cosméticos agresivos: Los productos de limpieza convencionales, suelen tener agentes tensioactivos agresivos que pueden dañar la barrera cutánea.
  4. Factores hormonales: Cambios hormonales durante el ciclo menstrual o la menopausia pueden influir en la sensibilidad de la piel.

¿Por qué la piel sensible o reactiva se suele manifestar más en el contorno de los ojos?

La piel alrededor de los ojos es más delgada y frágil que en otras partes del rostro, lo que la hace más vulnerable a factores externos e internos que pueden causar irritación.

Es una piel más permeable y por tanto más propensa a la entrada de agentes irritantes y además, la falta de glándulas sebáceas en esta zona, implica que se generen menos aceites naturales para protegerla. Esto unido a que contiene menos fibras de colágeno y elastina, hace además que se aceleren los signos de envejecimiento en esta zona, especialmente en personas con la piel sensible.

Los músculos alrededor de los ojos están en constante movimiento debido a parpadeos y expresiones faciales. Este movimiento continuo puede contribuir a la aparición de líneas finas y a la irritación de la piel, especialmente si se utilizan productos que no son adecuados para esta zona, que pueden causar un lagrimeo excesivo.

El contorno de los ojos, además de ser una zona que está expuesta a agentes externos como, como el polvo, la contaminación, otros como el  uso de maquillaje, desmaquillantes y una acción mecánica excesiva para su eliminación (en especial  de la máscara de pestañas) puede irritar aún más la piel de esta zona.

La piel sensible o reactiva en esta zona se suele manifestar con ojeras, hinchazón, enrojecimiento, sequedad e incluso la aparición de eczemas.

Cómo tratar la piel sensible o reactiva

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La clave está en su estudiada formulación y en una cuidadosa selección de ingredientes naturales bioactivos, ecológicos y veganos, entre los cuales se encuentran:

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